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Prefacio e Información General
Hiram Bingham III
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CAMELIDOS ANDINOSLa fauna típica de los Andes son los camélidos sudamericanos que aparentemente tienen su origen en el norte del continente; sin embargo su domesticación se inició hace unos 6000 años en los Andes centrales, proceso que culmina con el pastoreo y la aparición de diversas variedades de camélidos plenamente domesticados hacia los 3500 a.c.; por lo tanto, todas o casi todas las culturas preinkásicas utilizaron camélidos para su alimentación y vestido. Es ya en época inkásica cuando se da importancia a una crianza sistemática de camélidos con programas de selección y separación de rebaños por colores y características, y registros de producción y consumo. La invasión y conquista española significaron un retroceso en la camelicultura porque al inicio las guerras y luego la despreocupación indujeron a matanzas indiscriminadas para el aprovisionamiento de carne; posteriormente la importación de ganado foráneo hizo que los camélidos sean desplazados a zonas altas y frías, a los páramos andinos casi desérticos donde otros animales no podrían sobrevivir. Existen dos variedades de camélidos andinos domesticados que son la llama y la alpaca, y otras dos no domesticadas que son el guanaco y la vicuña. Sin embargo, aparentemente se trata de animales que descienden de dos géneros originales: Lama y Vicugna (además, en el viejo mundo existe el género "Camelus" con dos especies: el C. dromedarius y el C. bactrianus). En base a información actualizada, Mario Ruiz sugiere una clasificación taxonómica para los camélidos andinos, así:
Llama.- Tiene una figura esbelta y no puede ser distinguida por su color porque puede tener hasta medio centenar de tonalidades diferentes; tiene patas, cuello y cara alargados y puede alcanzar hasta una altura de 1.90 mts. del piso a la cabeza. Es el más común y fuerte de los camélidos andinos que generalmente se utiliza como animal de carga, pero el peso promedio que puede portar es de unos 40 Kg. en viajes largos, y hasta unos 60 Kg. en viajes cortos de hasta un día; su peso promedio de adulto es de 115 kg. y al nacimiento de unos 11.5 kg.; su período de gestación dura 348±9 días; la hembra alcanza la madurez sexual al año pero es servida recién entre los 2 y 3 años de edad, generalmente el macho se utiliza para la procreación a los 3 años. Su época de apareación y parición es entre enero y abril, después de un mes de la parición la hembra queda expedita para la fecundación; estas características de reproducción son relativamente comunes para todos los camélidos andinos. La llama presenta tradicionalmente dos variedades, la Q'ara (pelada) y la Ch'aku (lanuda); tienen fibra (técnicamente es "fibra" y no "lana") menos densa que la alpaca, y en promedio el diámetro de su fibra es de 28±11 micras (µ: micra o micrón: medida de longitud que equivale a una millonésima parte de un metro o milésima de milímetro). Alpaca ("Paqocha" en Quechua).- Tiene silueta más curva y pequeña que la llama, y en la frente presenta un clásico mechón de fibra y tampoco puede ser diferenciada por el color porque tiene muchas tonalidades. Puede alcanzar hasta una altura de 1.50 mts. a la cabeza y un peso promedio máximo de 64 kg. y unos 7 kg. al nacimiento; su período de gestación es de 343±2 días y al igual que la llama la alpaca hembra puede ser servida desde un año de edad. En general tiene más y mejor fibra que la llama y presenta dos variedades diferentes: Wakayo y Suri. La alpaca Wakayo tiene fibra densa y esponjosa que cubre casi todo su cuerpo dejando sólo la cara y patas cubiertas con pelo corto; mientras que la alpaca Suri presenta fibra lacia, sedosa y larga que en promedio alcanza unos 15 cm. de largo. Es esquilada con cuchillos o tijeras por lo general una vez cada dos años aunque también se podría hacerlo una vez al año, sin importar la época o estación; obteniéndose anualmente un vellón de fibra de unos 1.7 kgs. por animal. En promedio el diámetro de la fibra de alpaca es de 25±5 micras; sin embargo, este diámetro está en relación directa a la edad del animal, comercialmente la fibra más fina que es posible encontrar en el Perú es aquella denominada "lana de alpaca bebé" que es bastante suave y fina. Vicuña (Wik'uña).- Entre los camélidos andinos es la que menor tamaño tiene y puede medir hasta 1.30 mts. del piso a la cabeza, posee cuerpo grácil y movimientos ágiles; su pelaje tiene un color marrón claro en el lomo y casi toda la parte externa, pero el pecho, vientre e interior de las piernas son blanquecinos, resaltando su mechón pectoral blanco de cerdas que puede tener unos 20 cms. de largo. Al nacimiento tiene unos 5 kg. de peso y de adulta puede alcanzar hasta unos 40 kg. La hembras alcanza la pubertad al año de edad pero es servida a los 2 años; la gestación dura 340±10 días. Su fibra está clasificada como la más fina de toda las fibras animales con un diámetro promedio de 12.5±1.5 micras, pero tiene poca longitud que apenas alcanza unos 3 cms., y su vellón anual puede alcanzar un peso máximo de 320 gramos. La vicuña, al poseer fibra de la mejor calidad es bastante codiciada y estuvo en peligro de extinción, hoy oficialmente el gobierno peruano protege esta especie en parques nacionales intangibles, pero en la práctica la depredación de esta valiosa especie es latente con cazadores furtivos que la diezman paulatinamente, la población mundial de vicuñas no sobrepasa los 170 mil ejemplares, de los cuales unos 100 mil se hallan en el Perú en zonas que superan los 3800 mts. de altura. Guanaco (Wanaku).- Tiene una silueta similar a la de la llama con pelaje denso y corto de un color marrón-rojizo claro, con tonos negruzcos en la cabeza y zonas blanquecinas alrededor de los labios, el borde de las orejas el vientre y el interior de las piernas y una especie de collar debajo del cuello. Al nacimiento tiene un peso de unos 10 kg. y de adulto hasta un máximo de 140 kg.; su altura es de 1.80 mts. del piso a la cabeza y es muy común en los Andes de Chile y Argentina. Económicamente no tiene mucha importancia y vive en completo estado salvaje. En su estado salvaje los camélidos sudamericanos (vicuñas y guanacos) viven generalmente en familias formadas por un macho y de 3 hasta aún 6 hembras con sus crías, el macho tiene la hegemonía en el grupo y expulsa las crías antes del año de nacidas. Posteriormente los machos se reúnen en tropas de hasta 20 animales, mientras que algunos machos viven solitarios y errantes hasta establecer su grupo familiar. El territorio de la familia es delimitada por sus letrinas ya que estos animales sólo defecan en lugares establecidos, territorio que es valientemente defendido por el macho. Este comportamiento social ha sido modificado entre los camélidos domesticados (llamas y alpacas), sin embargo, la hegemonía siempre la ostentan los machos. Los camélidos andinos tienen también la capacidad de entrecruzarse entre ellos; debido a que tienen un idéntico número cromosomático, el mismo cariotipo y patrón inmunológico, pueden generar crías fértiles; del cruce de llama y alpaca resulta Wari, mientras que del cruce de vicuña y alpaca resulta Paqovicuña; sin embargo estos cruces no posibilitan el mejoramiento ni domesticación de los camélidos participantes y las próximas generaciones de híbridos volverán a tener las características de uno u el otro de los padres. La carne de camélidos andinos es aprovechada desde tiempos inmemoriales; en el Inkario fue usada fresca o seca. La carne fresca tiene niveles de colesterol diez veces menores que la carne de cordero o vaca, por lo que su consumo sería más saludable. Los cronistas indican que los depósitos de alimentos inkásicos estuvieron repletos de productos vegetales deshidratados y "charki", la carne seco-salada de llamas y alpacas procesada en la época de sequía, expuesta al sol durante el día y al frío de las heladas durante la noche; prensada y secada con abundante sal por un lapso de 2 meses con la finalidad de garantizar su conservación por mucho tiempo; el charki de camélidos conserva los valores nutritivos de la carne fresca que tiene valores significativos. Sin embargo, la historia y sociedad del Perú han creado un estigma negativo en cuanto a los camélidos; el la colonia se hizo creer que eran transmisores de sífilis y hoy se cree que son animales inferiores al igual que sus pastores y poseedores; el vulgo cree que son animales de "indios" y que su carne es pobre y mala. La leche de camélidos generalmente no es aprovechada por los andinos debido a su bajo volumen, sin embargo, se podrían mejorar las técnicas para tener una mejor producción y utilizarla de un modo extensivo. Por su parte la piel de camélidos se viene procesando en los últimos tiempos, en muchas zonas del Perú y Bolivia para la fabricación de cueros de buena calidad.
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