Qosqo, Capital Sagrada de los Inkas

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OLLANTAYTAMBO

En su conjunto constituye un Parque Arqueológico Nacional de mucha importancia en la región. Está ubicado en el distrito de Ollantaytambo, provincia de Urubamba; el pueblo está a unos 76 Kms. del Qosqo por la carretera Chinchero - Urubamba y a 68 Kms. por vía férrea; a una altura de 2700 mts. (8856 ft.). Este es un complejo bastante extenso cuya porción central se encuentra en el pueblo y zonas aledañas. Ingresando desde el Qosqo, a partir de Pachar se encuentran cantidad de andenerías que son ya parte del complejo, andenerías que se hallan deterioradas y muchas de ellas abandonadas; es triste advertir que el titánico trabajo que costó construirlas no sea valorado hoy con políticas mínimas de conservación. El agua que debió irrigar las terrazas hoy no discurre más, sus acueductos hechos en piedra que fueron una obra maestra en ingeniería debieron extenderse aún por muchos kilómetros pero éstos hoy en muchos casos no existen más; razón para ello es que ahora nadie se preocupa por mantenerlos y porque tuvimos tres siglos en que el conquistador no estuvo interesado por la agricultura sino simplemente por la explotación minera. Más abajo se encuentran los fuertes de Choqana a la ribera izquierda del río Urubamba e Inkapintay a la derecha, ellos debieron constituir parte del complejo sistema de protección del núcleo urbano inkásico. Avanzando río abajo se pueden además encontrar las bases o cimientos de un puente Inka, es impresionante la base central hecha con bloques pétreos inmensos y los dos pedrones gigantescos colocados delante de ésta para protegerla efectivamente a manera de rompeolas que dividían el cauce fluvial en dos, en ambas riberas se aprecian de igual modo sus bases laterales también muy sólidas. Originariamente ese puente debió ser colgante y fabricado con fibras de "ichu" (paja brava) o maguey trenzadas; por la duración de esos materiales el puente debió ser renovado anualmente. Continuando por carretera a un escaso ½ km. del puente se aprecia la gran portada original de ingreso a la ciudad inkásica de Ollantaytambo, hoy denominada "Llaqta-Punku" o "Puerta del Pueblo", que fue parte de una muralla protectiva.

Ollantaytambo es una palabra Quechua compuesta y deriva de "Ollanta" que es un nombre personal propio y "Tambo" que es forma españolizada de "Tanpu" que refiere a una ciudad que ofrecía albergue, alimentación y comodidades para viajeros. "Ollanta" es el nombre de un Capitán de las huestes del Inka Pachakuteq cuya historia se mantuvo en forma de tradición oral y fue escrita como drama por el sacerdote Antonio Valdez a mediados del siglo XVIII; adaptada como obra teatral para su escenificación pública y estrenada en 1780. Aparentemente es a partir de entonces que se empieza a utilizar "Ollantaytambo" que significa "tambo de Ollanta" como nombre para designar al pueblo donde se llevan a cabo los hechos del drama. El "Drama Ollantay" es considerado como obra clásica de literatura Quechua y cuenta la historia de un capitán llamado Ollanta ajeno a la nobleza cusqueña y que formaba parte del ejército del Inka Pachakuteq; quien fue distinguido entre los demás por su valentía y gran habilidad, y sostuvo un amorío secreto con la hija del monarca de nombre Kusi Qoyllur, mas al intentar tenerla por esposa oficial su petición fue considerada ilegal al prohibir las normas vigentes el matrimonio entre personas de estratos sociales diferentes. Decepcionado el joven capitán se interna en Ollantaytambo y subleva a su población para luchar contra el ejército imperial librando una guerra por el lapso de una década siendo al fin capturado gracias a una treta del capitán Rumiñawi quien aparentando haber sido vejado y echado del Qosqo logró convencer a Ollanta para recibir asilo; pero durante la noche y cuando todos dormían éste abrió las puertas de la ciudad permitiendo el ingreso del ejército del Qosqo y la captura de Ollanta que fue conducido a la capital. Afortunadamente para Ollanta, en el Qosqo el Inka Pachakuteq ya había muerto siendo su hijo el nuevo soberano quien informado de la real historia y con sabia clemencia permitió el matrimonio de los amantes de cuya antigua relación había nacido un niña de nombre Ima Sumaq. Es una historia con final feliz que hoy es muy popular en escuelas y colegios del país que en muchos casos estimulan su escenificación.

Ollantaytambo en el Inkario fue una ciudad fortificada muy importante, edificada como "tanpu" y también para facilitar el control de las vías hacia el "Antisuyo" (selva); según no pocos historiadores también para facilitar la protección de la gran capital inkásica de los ataques de los "Antis" sus peores enemigos. Hoy se ha generalizado su nombre como "fortaleza" que en la práctica resulta impropio porque no sólo tuvo una función bélica o protectiva, sino la de una ciudad compleja con un amplio sector urbano y templos para sus deidades. Como ciudad fortificada tuvo algunos elementos protectivos, entre ellos una muralla protectiva con pocas entradas alrededor del pueblo, varias "pukaras" (fuertes) y atalayas estratégicamente ubicadas. Por su parte, para la población noble asentada en la zona existió un sector urbano bastante amplio y muy bien planificado, una plaza rodeada de edificios importantes, y hacia el sur de la población una impresionante "Kallanka" es decir una construcción cuyas dimensiones son descomunales y totalmente techada que debió servir como albergue y posiblemente también de base militar para el numeroso ejército de la región.

El pueblo actual se erige en el mismo lugar donde se encontraba el sector urbano en el Inkario y es realmente interesante porque es el único lugar en el Perú donde aún se puede encontrar gente que habita en las mismas construcciones que sirvieron de vivienda a los nobles del Inkario. Algunas de sus calles estrechas todavía mantienen los canales de agua al medio o a un costado de la calle, donde discurría agua límpida para el uso de la población, calles que aparentemente aún conservan sus nombres inkásicos. El pueblo estaba dividido en bloques rectangulares con una bien planificada disposición geométrica que da la impresión de ser un pueblo diseñado por arquitectos modernos, donde cada bloque estaba integrado por dos "kanchas" o departamentos con entradas de doble jamba y dintel que indican que fueron verdaderos palacios con habitaciones alrededor de un patio central. Al menos la parte inferior de las actuales construcciones es original y hecha con paredes de tipo "pirka" pero que otrora estuvieron recubiertas con su respectivo estuco de arcilla y posiblemente también tuvieron algunas pinturas murales en algunos casos. Hoy, sus techos de paja han sido reemplazados con tejas y se puede ya respirar cierto aire de modernidad al contar el pueblo con electricidad y agua potable; pero en esencia el pueblo aún tiene sabor inkásico. Hace algunas décadas aquí se llevó a cabo un encuentro mundial de representantes de los "indios" de todo el mundo, quienes declararon a este pueblo como la "Capital Mundial de la Indianidad"; en aquella época hubieron algunos atisbos por querer ayudar a la conservación efectiva de las estructuras originales, mas en la práctica es poco lo que se hizo o hace para ello y es triste comprobar que se está perdiendo paulatinamente muchos de sus elementos innatos.

Hacia el extremo oeste de la población y trasponiendo el riachuelo de "Patakancha" ("recinto superior") se encuentra la gran plaza conocida como "Mañay Raqay" ("Plaza de las peticiones") que al parecer también conserva su nombre original; rodeada de edificios en su época importantes y hechos en adobe. En el occidente de esa plaza se encuentra el ingreso hacia el sector religioso; en la parte baja se hallan andenerías que sirvieron para dos propósitos: fueron agrícolas y tenían un acueducto en su extremo sur, a su vez que sirvieron para detener la erosión de la parte superior y así proteger los templos más importantes. Ascendiendo las escaleras que se encuentran entre las terrazas se llega hasta el lugar donde se encuentra el denominado "Templo de las 10 Ventanas" como consecuencia de los 10 nichos trapezoidales que presenta su pared posterior; la pared anterior fue destruida y hoy se ignora la verdadera función del recinto. Más arriba se ubica el sitio donde debió estar el más importante templo del la región: el "Templo del Sol"; éste estuvo construido con bloques inmensos de pórfido rojo (granito rosado) cuya cantera denominada "Kachiqhata" ("Ladera de Sal") está ubicada a unos 4 Kms. al otro lado del valle, en la parte alta de las montañas sureñas, opuestas al lugar. Los bloques debieron ser labrados parcialmente en ese sitio, y bajados al fondo del valle; para cruzar el río se construyó un canal artificial paralelo al lecho natural, que sirvió para desviar el curso fluvial de acuerdo a la conveniencia, por lo tanto mientras el agua discurría por un canal el otro estaba seco, así se pudo cruzar el río con los bloques. Además los bloques debieron ser transportados hasta el lugar alto donde se erigió el templo, utilizando el plano inclinado existente en la cara de la montaña (es una especie de carretera cuya silueta se observa nítidamente desde el fondo del valle), con el auxilio de rodillos de madera, bolas o billas de piedra a manera de ruedas, cuerdas de cuero de camélidos sudamericanos, palancas y poleas, y la fuerza de cientos y aún miles de hombres. En el trayecto de las canteras al templo, hoy se encuentran decenas de bloques inmensos que se quedaron en el camino, en el acerbo popular son denominadas "piedras cansadas" porque se cree que jamás se logró transportarlas a su destino; esas piedras son la razón para que muchos aduzcan que el Templo Solar estuvo inconcluso a la invasión española. Lo que queda del Templo del Sol son algunos muros periféricos y el clásico muro mayor que de acuerdo a muchos historiadores fue parte del Altar Principal, consta de seis bloques inmensos cuyo peso promedio es de unas 90 toneladas y tienen como unión vertical otras piedras de menor tamaño haciendo un muro inusual en la arquitectura inkásica, parece ser ésta una proyección de la arquitectura tiawanaquense o posiblemente los arquitectos fueron traídos de la región del lago Titicaca. Pero el acabado es enteramente inkásico con uniones y superficies exteriores total y finamente pulidas y vidriadas que seguramente hasta podían hacer el papel de espejos; en la cara externa del cuarto pedrón a partir del extremo sur se observan labrados tres símbolos escalonados que sin duda fueron heredados de Tiawanako y representan las tres esferas del mundo andino: el "Hanan Pacha", el "Kay Pacha" y el "Ukhu Pacha"; que para el entendimiento occidental serían el cielo o "mundo cósmico", la tierra o "mundo terrestre superficial", y el subsuelo o mundo "de abajo". Se aprecian además, algunas otras protuberancias talladas que han sido fracturadas y que de acuerdo a estudiosos diversos representaron en el Inkario a dioses de la mitología andina. Es inobjetable la presencia del "extirpador de idolatrías" que arrasó con el Templo del Sol; hoy, sobre los andenes, en los alrededores de la plaza, en la iglesia y casa cural, y donde se observe con detenimiento se encontrarán piedras que alguna vez fueron parte de este fabuloso templo. Además, por la calidad y características del trabajo nos atrevemos a pensar que éste estuvo culminado al arribo del invasor peninsular y que las tan mentadas "piedras cansadas" fueron innecesarias o debían utilizarse en otras construcciones similares. En este mismo sector existen muchas otras construcciones de menor calidad, con muros de adobe o tipo "pirka" que sin duda, fueron adoratorios para divinidades de menor envergadura sobre los que no existe crónica o referencia alguna. Las calles en esta zona son muy estrechas, esto hizo que muchos creyeran que se trataba sólo de una "pukara" (fortaleza); no obstante, la historia demuestra que al enfrentarse Quechuas e hispanos con derrotas o desventaja para los invasores, ellos automáticamente denominaban al lugar "fortaleza de los indios". Eso sucedió en Saqsaywaman y también aquí en Ollantaytambo, donde el ejército de Manko Inka o Manko II derrotó por completo a las tropas invasoras en 1537, cuando Manko se dirigía hacia Willkapanpa (Vilcabamba) luego de 8 meses de encarnizada guerra en el Qosqo. Detrás del sector religioso se aprecia la muralla que protegía esta zona y toda la ciudad fortificada de Ollantaytambo.

Hacia el oriente del pueblo se encuentra el cerro "Pinkuylluna" (pinkuyllo: instrumento musical de viento parecido a la "quena" o flauta andina) donde salta a la vista una construcción bastante grande e imponente sobre la que se ha creado mucho mito; algunos "estudiosos" muy imaginativos indican que fueron escuelas, otros hospitales, otros cárceles y aún despeñaderos!. De acuerdo a la tipología arquitectónica inkásica fueron "Qolqas" o "Pirwas", es decir graneros o depósitos de alimentos, vestido y quizá también armas para el ejército local; tienen muchas puertas y ventanas que posibilitaban la ventilación y seguramente fueron construidos en esa ubicación para facilitar la protección de los elementos almacenados. De igual modo son visibles construcciones más pequeñas ubicadas en puntos sobresalientes o ángulos de la montaña que sirvieron de atalayas para controlar el movimiento de personas en el valle.

Hacia el norte de la puerta de ingreso al sector religioso se encuentra una serie de fuentes de agua que por su ubicación debieron cumplir la función de "Fuentes Ceremoniales", es decir utilizadas para rendirle culto al dios agua. Existe una dentro de una construcción cuadrada de adobes donde aún discurre el agua, hay otra al este de la anterior bautizada por la tradición como el "Baño de la Ñusta" (ñusta: princesa) que presenta molduras escalonadas en su cara debajo del vertedero; hacia el norte también existen muchas otras fuentes constituyéndose en el extenso templo dedicado al culto de "Unu" o "Yaku" (agua). En las proximidades se encuentra el sector que hoy tiene el nombre híbrido de "Inka Misana" ("lugar donde el Inka celebra misa") que presenta un acueducto labrado en la roca viva y una fuente litúrgica, escalerillas y vanos falsos pequeños de doble jamba y dintel esculpidos caprichosamente en la cara de la montaña; en la porción superior existe una prominencia tallada de forma cónica que seguramente fue un "Intiwatana" además se encuentran molduras diversas que fueron parte de un complejo observatorio solar utilizado para medir las variaciones del sol durante el año así como para fijar solsticios y equinoccios.

Siguiendo el riachuelo de Patakancha aguas arriba se encuentran gran cantidad de terrazas agrícolas que aún son cultivadas; muchas de ellas aún conservan sus acueductos. Avanzando por el camino de la ribera derecha del riachuelo (a la izquierda subiendo por el valle) luego de unas dos horas de caminata se llega a Pumamarka ("pueblo del puma") que seguramente fue un centro poblado bastante importante en el Inkario; se encuentra sobre 3600 m.s.n.m. (11810 ft.).